Se Necesitan Consejeros. Ojalá que
haya hombres sabios y considerados, hombres bien equilibrados, que sean
consejeros seguros, que comprendan la naturaleza humana, y que sepan cómo
dirigir y aconsejar en el temor de Dios. 2MS 416 (1893).
Un Oído Que Puede Escuchar Con Simpatía. Se necesitan pastores que, bajo la dirección del Príncipe de los
pastores, busquen a los perdidos y extraviados. Esto significa soportar
molestias físicas y sacrificar la comodidad. Significa tierna solicitud,
compasión y tolerancia divinas para con los que yerran. Significa tener un oído
que pueda escuchar con simpatía lamentables relatos de yerros, degradación, desesperación
y miseria. OE 192 (1915).
Importancia De La Obra Del Pastor Consejero. Como el médico trata con la enfermedad física, así también el pastor
atiende al alma enferma de pecado. Y su obra es tanto más importante que la del
médico cuanto es la vida eterna más valiosa que la existencia temporal. El
pastor tiene que vérselas con una interminable variedad de temperamentos; y 794
es deber suyo llegar a conocer a los miembros de las familias que escuchan sus
enseñanzas, a fin de determinar qué medios ejercerán sobre ellos la mejor
influencia para llevarlos en la debida dirección. OE 353 (1915).
Busquemos A La Gente Donde Se Encuentra. Buscar a la gente donde está, no importa cuál sea su condición o
posición, para ayudarla de todas las maneras posibles; esto es el ministerio
evangélico. Puede ser necesario que los ministros vayan a los hogares de los
enfermos y les digan: "Estoy listo para ayudarlo y quiero hacer lo mejor
que pueda. No soy médico, pero soy pastor, y me gusta servir a los enfermos y afligidos".
Los enfermos del cuerpo casi siempre están también enfermos del alma, y cuando
el alma está enferma, el cuerpo lo está. Ms 62, 1900; (MM 238).
Anticipémonos A Los Pesares. Los obreros del Señor necesitan el amor de Jesús que ablanda los
corazones. Viva todo pastor como hombre entre los hombres. Siguiendo métodos
bien regulados, vaya de casa en casa, llevando siempre el incensario de la
fragante atmósfera de amor del cielo. Anticipaos a los pesares, las
dificultades y los problemas de los demás. Entrad en el gozo y en los cuidados,
tanto de los encumbrados como de los humildes, de los ricos como de los
pobres. Ev 256 (1897).
Se Necesita Consejo. Los que carecen
de experiencia necesitan ser conducidos por el sabio consejo cuando pasan por
tribulaciones o los asalta la tentación; pero se les debe enseñar que el logro
de las cosas espirituales les costará un esfuerzo constante y bien orientado.
Debemos repetir a menudo a los que acaban de aceptar la fe: "Si alguno de
vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente, y sin reproche, y le será dada" (Sant. 1:5). Estas
palabras deben ser presentadas con el espíritu del Maestro, que fue quien las
dio, porque son de más valor que el oro, la plata o las piedras preciosas. 795
Enséñeseles a los jóvenes discípulos que pongan sus manos en las de Cristo diciendo: "Condúceme, guíame". Qué consuelo, esperanza y bendición recibirán las almas necesitadas y perplejas si quieren buscar humildemente a Dios. La condición es que en el día de la perplejidad acudan con fe, no dudando, en procura de dirección. A todo sincero buscador de la bendición se le hace esta promesa: "Tendrán respuestas llenas de gracia. Recibirán".
Debe darse a menudo la instrucción de que lo que
Dios ha dicho nunca deja de cumplirse. Es mejor confiar en el Señor que en los
príncipes. Hay que enseñar a cada alma que presente en oración sus peticiones
ante el trono de Dios. Quien lo haga ciertamente recibirá fortaleza y gracia,
porque el Señor lo ha prometido. Y sin embargo muchos se ven debilitados porque
no creen que Dios hará las cosas exactamente como lo ha dicho. Ms 19, 1894.
Dios Ha Dado Reglas. El padre es el
legislador de su familia y, a semejanza de Abrahán, debe hacer de la ley de
Dios la regla de su hogar. Dios dijo de Abrahán: "Yo lo he conocido, sé
que mandará a sus hijos y a su casa" (Gén. 18:19). En la casa del
patriarca no habría descuido culpable en cuanto a reprimir el mal; no se verían
favoritismos débiles, imprudentes e indulgentes, ni se sacrificarían las
convicciones respecto al deber en atención a afectos equivocados. No sólo
Abrahán daría buenas instrucciones, sino que conservaría la autoridad de las
leyes justas y rectas.
Dios ha dado reglas para nuestro gobierno. No se
debe permitir que los niños se aparten de la senda segura trazada en la Palabra
de Dios, para ir por los caminos peligrosos que existen por doquiera. Hay que
refrenar los malos deseos y reprimir sus malas inclinaciones bondadosamente,
pero con firmeza, perseverancia y oración. MC 303 (1905).
Escuchemos El Consejo De La Experiencia. (palabras a un perturbado esposo y padre). Ud. ha estado a la deriva en el mundo, pero la verdad eterna será su ancla. Necesita 796 proteger su fe. No obre por impulso ni albergue teorías vagas. Una fe experimental en Cristo y la sumisión a la ley de Dios son de la mayor importancia para Ud. Esté dispuesto a aceptar la opinión y el consejo de los que tienen más experiencia. No se demore en emprender la tarea de vencer. Sea leal consigo mismo, con sus hijos y con Dios. Su afligido hijo necesita que se lo trate con ternura. Como padre, Ud. debe recordar que los nervios que pueden vibrar de placer, también pueden vibrar como consecuencia del más agudo dolor. El Señor identifica sus intereses con los de la sufriente humanidad. 4T 368 (1879).
El Consejo Podría Haber Salvado A Jóvenes Díscolos De Un Matrimonio
Inconveniente. [Algunos jóvenes] descubren
demasiado tarde que han cometido un error, y que han puesto en peligro su
felicidad en esta vida y la salvación de sus almas. No quisieron admitir que
alguien, fuera de ellos, pudiese saber algo en cuanto al asunto, cuando si
hubiesen aceptado los consejos, se habrían ahorrado años de ansiedad y penas.
Pero son inútiles los consejos dados a aquellos que están resueltos a hacer su
voluntad. A tales individuos, la pasión los hace pasar por encima de todas las
barreras que puedan oponer la razón y el criterio. MJ 456 (1888).
Cualidades De Un Consejero. Es de la
mayor importancia que la persona elegida para atender los intereses
espirituales de los pacientes y sus colaboradores, sea un hombre de sano juicio
y de principios inconmovibles; que tenga influencia moral y que sepa tratar con
las mentes. Debe ser una persona sabia, culta, afectuosa e inteligente. Puede
ser que al principio no sea cabalmente eficiente en todos los sentidos; pero
debería prepararse, como consecuencia de la meditación ferviente y el ejercicio
de sus habilidades, para esta importante tarea. Se necesita la mayor sabiduría
y amabilidad para desempeñar este cargo. A la vez, su integridad debe 797 ser
inconmovible, porque será necesario hacer frente a toda clase de prejuicios,
fanatismo y errores. 4T 546, 547 (1880).
El Consejo Privado Puede Ser Una Trampa (Consejo A Un Pastor). Anoche se me llamó la atención sobre su caso, y yo hablé con Ud. como
una madre habla con su hijo. Le dije: "Hno.---------, no debería creer que
es su deber conversar con damas jóvenes acerca de ciertos temas, incluso si su
esposa está presente. Ud. les está sugiriendo la idea de que es perfectamente
correcto informar a los pastores acerca de los secretos y las dificultades de
la familia, secretos que deberían ser llevados ante Dios, quien comprende el
corazón, nunca comete errores, y juzga justamente. No escuche ninguna
información acerca de asuntos privados, sean familiares o individuales. Si
alguien se siente animado a acudir a un hombre para confiarle sus problemas,
creerá que es correcto continuar con esa costumbre, y esto será una trampa, no
sólo para la persona que informa, sino también para la persona a quien se le
hacen estas confidencias". Carta 7, 1889.
Hay Límites Para Los Pastores Que Aconsejen A Las Mujeres. Las mujeres se han sentido atraídas por Ud. y se han visto inclinadas
a comunicarle sus problemas privados y sus frustraciones familiares. No debería
prestarles oído; en cambio, debería decirles que Ud. es sólo un mortal sujeto a
error; que Dios es su ayudador. Jesús conoce los secretos de todo corazón, y
las puede bendecir y consolar. Dígales que Ud. puede equivocarse, y que puede
fomentar el mal en vez de reprobarlo. Señáleles al "Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo". No obstante, si Ud. desea ayudar a sus
hermanos, aunque resulte difícil, puede cumplir su labor donde es más
necesaria, es a saber en favor de los que están cerrando la puerta a la luz del
cielo como consecuencia de su egoísmo y su codicia. Puede ser que no llegue a
tener tantos amigos, pero salvará almas. Carta 48, 1888. 798
El Pastor No Es Un Confesor (Consejo A Un Ministro). No deje que las mujeres se sientan atraídas por Ud. Conserve la
rectitud de su alma y dígales que no es su confesor. Jesús es el único que debe
enterarse de los secretos del corazón. Ud. es sólo un ser humano, y desde un
punto de vista humano puede tomar decisiones equivocadas y dar consejos
erróneos. Ms 59, 1900.
No veo nada provechoso, mi hermano, en que Ud.
celebre reuniones sólo para damas jóvenes. Que haya mujeres experimentadas para
que eduquen y adiestren a las jóvenes respecto de la mejor manera de conducirse
y cómo ofrecer una influencia apropiada. Que ninguna de ellas comparta con
ningún hombre la historia de su vida privada. Esta no es la voluntad de Dios, y
Ud. no debería fomentar nada que se le parezca. Carta 9, 1889.
Factores Que Condicionan El Aconsejamiento Eficaz. Cuando tratemos de aconsejar o amonestar a cualquier alma en cuya
experiencia haya sobrevenido una crisis, nuestras palabras tendrán únicamente
el peso de la influencia que hayamos ganado con nuestro propio ejemplo y
espíritu. Debemos ser buenos antes que podamos obrar el bien. No podemos
ejercer una influencia transformadora sobre otros hasta que nuestro propio
corazón haya sido humillado, refinado y enternecido por la gracia de Cristo.
Cuando se efectúe ese cambio en nosotros, nos resultará natural vivir para
beneficiar a otros, así como es natural para el rosal producir sus flores
fragantes o para la vid sus racimos morados. DMJ 108, 109 (1896).
El Adiestramiento Y La Experiencia Prepararon A Moisés Para Que Fuera Un Consejero Compasivo. El ser humano se habría evitado ese largo período de trabajo y oscuridad, por considerarlo como una gran pérdida de tiempo. Pero la Sabiduría infinita determinó que el que había de ser el caudillo de su pueblo pasara cuarenta años haciendo el humilde trabajo de pastor. Así desarrolló hábitos de atento 799 cuidado, olvido de sí mismo y tierna solicitud por su rebaño, que lo prepararon para ser el compasivo y paciente pastor de Israel. Ninguna ventaja que la educación o la cultura humanas pudiesen otorgar, podría haber sustituido a esta experiencia. PP 254 (1890).
Algunos No Están En Condiciones De Tratar Con Las Mentes (Consejo A Un
Pastor). Ud. tiene algunos rasgos de carácter que lo
descalifican para tratar prudentemente con las mentes humanas. No obra de manera
que esas mentes consigan los mejores resultados. Carta 205, 1904.
Tratar con las mentes es la obra más hermosa a la que puedan dedicarse los seres humanos. No todos están en condiciones de corregir a los que yerran. No tienen la sabiduría necesaria para tratar con justicia, mientras siguen amando la misericordia. No se sienten inclinados a ver la necesidad de mezclar el amor y la tierna compasión con las fieles reprensiones.
Algunos son innecesariamente severos y no ven la necesidad de
poner en práctica el consejo del apóstol: "A algunos que dudan,
convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego" (Jud. 22, 23). 3T
269, 270 (1873).
El Intelecto Humano No Es Omnipotente. Un claro concepto de lo que es Dios y de lo que quiere que seamos,
hará que tengamos una humilde opinión de nosotros mismos. Los que estudien
rectamente la Sagrada Palabra descubrirán que el intelecto humano no es
omnipotente; que sin la ayuda que sólo Dios puede dar, la fortaleza y la
sabiduría humanas no son sino debilidad e ignorancia. 5T 24 (1882).
Manifestemos La Gracia De Cristo. Dios quiere que todo individuo mire menos a lo finito, que dependa
menos de los hombres. Tenemos consejeros que dan evidencia de que no conocen la
gracia de Cristo y no entienden la verdad como es en Jesús.
Los colaboradores de Dios tienen una opinión
humilde 800 de sí mismos. No son jactanciosos, no tienen suficiencia propia, no
se ensalzan a sí mismos. Son longánimes, bondadosos, llenos de misericordia y
buenos frutos. La ambición humana ocupa una posición subordinada en ellos. La
justicia de Cristo los precede, y la gloria del Señor es su retaguardia. TM
215, 216 (1895).
Preguntas Para Los Consejeros. Cuando hemos procurado presentar la reforma pro salud a nuestros
hermanos, y les hemos hablado de la importancia de comer, beber y hacer para
gloria de Dios todo lo que hacen, muchos han justificado sus acciones diciendo:
"A nadie le importa si comemos esto o aquello; nosotros mismos hemos de
soportar las consecuencias de lo que hacemos".
Estimados amigos, estáis muy equivocados. No sois
los únicos que habéis de sufrir como consecuencia de una conducta errónea. En
cierta medida, la sociedad a la cual pertenecéis sufre por causa de vuestros
errores tanto como vosotros mismos. Si sufrís como resultado de vuestra
intemperancia al comer o beber, los que estamos a vuestro alrededor o nos
relacionamos con vosotros, también quedamos afectados por vuestra flaqueza.
Hemos de sufrir por causa de vuestra conducta errónea.
Si ella contribuye a disminuir vuestras facultades
mentales o físicas, y lo advertimos cuando estamos en vuestra compañía,
quedamos afectados por ello. Si en vez de tener espíritu animoso, sois presa de
la lobreguez, ensombrecéis el ánimo de todos los que os rodean. Si estamos
tristes, deprimidos y angustiados, y vosotros gozáis de salud, podríais tener
una mente clara que nos mostrase la salida y dirigiese una palabra consoladora.
Pero si vuestro cerebro está nublado como resultado de vuestra errónea manera
de vivir, a tal punto que no podéis darnos el consejo correcto, ¿no sufrimos
acaso una pérdida? ¿No nos afecta seriamente vuestra influencia?
Tal vez tengamos mucha confianza en vuestro
juicio y deseemos vuestro consejo, porque 801"en la multitud de consejeros
hay salud" (Prov.11: 14). Deseamos que nuestra conducta sea consecuente
ante los que amamos y anhelamos buscar el consejo que ellos nos puedan dar con
mente clara. Pero ¿qué interés tenemos en su juicio si su energía mental ha
sido recargada hasta lo sumo y la vitalidad se ha retirado del cerebro a causa
del alimento impropio que han puesto en su estómago, o de una enorme cantidad
de alimento, aunque sea sano? ¿Qué interés tenemos en el juicio de tales
personas? Ellas lo ven todo a través de una masa de alimentos indigestos. Por
lo tanto, vuestra manera de vivir nos afecta. Resulta imposible seguir una
conducta errónea sin hacer sufrir a otros. 1JT 182, 183 (1870).
Hay Que Tener Cuidado Al Tratar Con La Gente. Si llegaran a entrar en el ministerio quienes. . . son descuidados y
bruscos al tratar con las personas, manifestarían los mismos defectos de
carácter, la misma falta de tacto y habilidad, al tratar con las mentes. 5T
399 (1885).
Cómo Decir Las Cosas "Con Claridad". Se me ha capacitado para decir con toda claridad las cosas a los que
se hallaban confundidos. No me atreví a hacer otra cosa que decirles la verdad,
porque se me había dado un mensaje para ellos. Carta 271, 1903.
Tratemos Con Las Mentes Como Lo Hizo Cristo. Aprended a tratar con las mentes así como Cristo lo hizo. A veces hay
que hablar en forma dura, pero aseguraos que el Espíritu Santo de Dios mora en
vuestro corazón antes de pronunciar la verdad cortante; después de eso dejad
que se abra paso cortando. No sois vosotros los que debéis cortar. 2MS 425
(1894).
Necesidades Emocionales De Los Enfermos. La simpatía y el tacto serán muchas veces de mayor beneficio para el
enfermo que el tratamiento más hábil administrado con frialdad e indiferencia.
Positivo daño hace el médico al enfermo 802 cuando se le acerca con
indiferencia y lo mira con poco interés, manifestando con palabras u obras que
el caso no requiere mucha atención, y después lo deja entregado a sus
cavilaciones. La duda y el desaliento ocasionados por su indiferencia
contrarrestarán muchas veces el buen efecto de las medicinas que haya
recetado. MC 188 (1905).
Una Mano Amable, No Reproches. Si vemos a alguien cuyas palabras y actitudes ponen de manifiesto que
se ha separado de Dios, no lo acusemos. Nuestra obra no consiste en condenarlo
sino en acercarnos a él para ayudarlo. La parábola de la oveja perdida debería
ser un lema en cada casa. El divino Pastor deja a las noventa y nueve, y se va
al desierto a buscar a la que se ha perdido.
Hay espinas, pantanos y peligrosas hendeduras en
las rocas, y el Pastor sabe que si la oveja ha caído en alguno de esos lugares,
una mano amiga tiene que sacarla de allí. Cuando encuentra a la perdida, no la
cubre de reproches. Se alegra de haberla encontrado viva. Cuando escucha a la
distancia sus balidos, hace frente a cualquier dificultad para poder salvar a
su oveja del pantano; con ternura la pone en sus hombros y la lleva de vuelta
al redil. El Redentor, puro y sin pecado, lleva en sus brazos al pecador, al
impuro. Ms 17, 1895.
Consejos Sabios. La simpatía es
buena, si se la imparte con sabiduría, pero debe dársela juiciosamente, con el
conocimiento de que el objeto de ella la merece. ¿Qué diremos de recibir
consejo? "Trata tu causa con tu compañero y no descubras el secreto a
otro. No sea que te deshonre el que lo oyere. . . Manzana de oro con figuras de
plata es la palabra dicha como conviene. Como zarcillo de oro y joyel de oro
fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil".
Cuando podemos relacionarnos para ayudarnos a ir
al cielo, cuando la conversación se explaya en las cosas divinas y celestiales,
entonces vale la pena conversar; pero cuando se concentra en el yo y en las
cosas terrenales y sin 803 importancia, el silencio es oro. El oído obediente
recibirá la reprensión con un espíritu susceptible de recibir enseñanza. Sólo
entonces nuestra relación con los demás resultará beneficiosa, y cumplirá el
propósito que Dios desea que lleve a cabo. Cuando se cumplen aspectos de la
instrucción divina, el sabio reprensor cumple su deber, y el oído obediente
escucha con un propósito definido y resulta beneficiado. HHD 168 (1893).
Tranquilos Y Amables, No Importa Qué Ocurra. Siempre habrá cosas que molesten, que causen perplejidad y pongan a
prueba la paciencia. . . Debemos estar preparados para esto y no ponernos
nerviosos ni perder el equilibrio. Debemos mantenernos tranquilos y amables, no
importa qué ocurra. . . Siempre debemos tener en cuenta que estamos tratando
con hombres y mujeres cuyas mentes están enfermas, y con frecuencia ven las
cosas desde un ángulo torcido y, sin embargo, creen que entienden todo
perfectamente. 3T 182 (1872).
No Esperen Demasiado. Los ministros
deberían tener cuidado de no esperar demasiado de gente que todavía está
andando a tientas en las tinieblas del error. . . Deberían ser pacientes y
sabios al tratar con las mentes, recordando cuán diversas son las
circunstancias que han contribuido a desarrollar esos diferentes rasgos en los
individuos. 4T 262 (1876).
Atmósfera De Paz. La primerísima
obra que tienen que hacer, mis hermanos, es asegurarse de que la bendición de
Dios está en sus corazones. Entonces lleven esa bendición a sus hogares, dejen
a un lado la crítica, venzan sus modales exigentes, y dejen que prevalezca una
actitud de alegría y amabilidad. Así, llevarán a la oficina la atmósfera del hogar,
y la paz del cielo envolverá sus almas. Doquiera reina el amor de Jesús, hay
piadosa ternura y consideración por los demás. La más preciosa tarea a la que
pueden dedicarse mis 804 hermanos es la de cultivar un carácter semejante al de
Cristo. 5T 558, 559 (1889).
Conduzcámoslos A La Fuente De Agua Viva. El que trate de aplacar su sed en las fuentes de este mundo, bebe tan
sólo para tener sed otra vez. Por todas partes, hay hombres que no están
satisfechos. Anhelan algo que supla la necesidad del alma. Un solo Ser puede
satisfacer esta necesidad y dar al mundo lo que necesita: "el Deseado de
todas las gentes", Cristo. La gracia divina, que él solo puede impartir,
es como agua viva que purifica, refrigera y vigoriza al alma. DTG 157 (1898).
Comprendamos El Punto De Vista Del Mundo. Un juicio iluminado nos obliga a reconocer que las cosas celestiales
son superiores a las de la tierra, y sin embargo el depravado corazón del
hombre lo induce a darle prioridad a las cosas de este mundo. A las verdades de
la Sagrada Escritura les son mezcladas las opiniones de los grandes hombres y
las teorías de la falsamente llamada ciencia. RH, 24 de noviembre de 1891.
El Gran Consejero. Acudan a Dios
con todas sus necesidades. No vayan a otro con sus pruebas y tentaciones; sólo
Dios puede ayudarlos. Si cumplen las condiciones implícitas en las promesas del
Señor, éstas se cumplirán en ustedes. Si sus mentes están fijas en el Altísimo,
no pasarán del éxtasis al valle del desaliento cuando sobrevengan las pruebas y
tentaciones. No hablarán con los demás acerca de dudas y sombras. No dirán:
"No sé nada de esto ni de aquello. No me siento feliz. No estoy seguro de
que tengamos la verdad". No lo harán, porque tendrán un ancla segura y
firme para el alma.
Cuando hablamos acerca de desánimo y tinieblas, Satanás escucha con regocijo infernal, porque le agrada saber que nos ha sometido a su servidumbre. No puede leer nuestros pensamientos, pero puede ver nuestras acciones y oír 805 nuestras palabras; y gracias a su amplio conocimiento de la familia humana, puede adaptar sus tentaciones para sacar provecho de las debilidades de nuestros caracteres. Y cuán a menudo le permitimos que descubra el secreto de cómo lograr la victoria sobre nosotros.
¡Oh, si pudiéramos controlar nuestras palabras
y nuestros actos! Cuán fuertes llegaríamos a ser si nuestras palabras fueran de
tal naturaleza que no nos avergonzáramos de ellas cuando veamos su registro en
el día del juicio. Cuán diferente serán en el día de Dios de lo que nos
parecían cuando las pronunciamos. RH, 19 de mayo de 1891.
Se encuentra entre nosotros el gran Consejero de los siglos, invitándonos a poner su confianza en él. ¿Nos apartaremos de él para buscar a vacilantes seres humanos que dependen totalmente de Dios, igual que nosotros? ¿Tan por debajo de nuestros privilegios hemos caído? ¿No hemos sido culpables de esperar demasiado poco, al punto de no pedir lo que Dios anhela darnos? RH, 9 de junio de 1910. 806 Mente Carácter Y Personalidad 2 (EGW).
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