De Corazón a Corazón
“Una Ventana Abierta al Camino del Éxito Juvenil”
Tiempo Joven Lección 08/13
Nos alegramos de estar nuevamente contigo. Deseamos que te encuentres bien. ¡Recibe nuestro afectuoso saludo de amistad! Como te decíamos al final de nuestro capítulo anterior, nos proponemos hacer de este tema un diálogo sobre “diversas inquietudes juveniles”. Y deseamos que esta conversación te resulte útil y agradable.
¿Has viajado alguna vez por un camino lleno de subidas y bajadas?
¡Qué emocionante! Por momentos te habrás sentido en la cumbre, y por momentos bien abajo. En realidad, ése es el camino que recorres todos los días. ¿No es que a veces te sientes en la cima de la alegría, y luego, sin saber cómo ni por qué, te encuentras en el pozo de la melancolía?
Así es tu vida: llena de contrastes anímicos. Es lo normal a tu edad. Hoy te sientes fuerte; mañana, débil. Por la mañana tienes seguridad interior; a la noche te invade la confusión y la inseguridad. Con frecuencia se te mezclan el amor y el odio, la generosidad y el egoísmo, el entusiasmo y el aburrimiento. Y en medio de tales cambios y altibajos del corazón, surgen tus preguntas y tus dudas:
“¿Por qué mucho de lo que hago me sale mal?
¿Por qué no me comprenden en mi casa?
¿Cómo puedo cambiar mi manera de ser?
¿De qué modo puedo vencer mi timidez y mi soledad?”
Estas preguntas y muchas otras pasan una y otra vez por tu mente. ¿Verdad? A lo menos así se expresan muchos de los muchachos y chicas oyentes de nuestros programas. Tal es el ansia de superación que llevas adentro. Quieres crecer, mejorar y triunfar. Pero notas que la tarea no es fácil, y por momentos te desanimas. Es entonces cuando vienen tan bien la ayuda y la fuerza de Dios para avanzar sin caídas.
Un hombre quiso deshacerse de su perro. Y no tuvo mejor idea que remar hasta el centro del río cercano, y tirar allí al animal. Pero ¿qué pasó? El perro permanecía junto al bote y procuraba subir a él. Entonces el amo comenzó a golpearlo con uno de los remos para alejarlo del lugar. Con tan mala suerte, que él mismo se cayó al agua. El mayor problema era que el hombre no sabía nadar. Así que comenzó a bracear desesperadamente. Pero entonces su perro, con increíble fidelidad, sujetó de las ropas a su amo y le salvó la vida.
Así como actuó este hombre con su perro, hay jóvenes que procuran desentenderse de Dios, sin darse cuenta de que finalmente El es nuestro gran Ayudador y Salvador. En nuestro tema de hoy veremos que ningún problema podría hundirnos si solicitamos a tiempo la ayuda divina. Tomándonos de la poderosa mano de Dios es posible triunfar sobre nuestros problemas y limitaciones.
1. UNA VIDA EN FORMACIÓN
Cierta vez le preguntaron al escritor Riley dónde estaba el secreto de su éxito. Y él contestó: “En la goma de borrar que tengo en el lápiz”.
Mientras con un extremo del lápiz escribía, con el otro, donde tenía la goma de borrar, iba puliendo, corrigiendo y mejorando sus escritos. Y así, mediante su mejoramiento continuo, Riley llegó a ser un maestro de la palabra escrita. ¿No te parece que este mismo principio podría aplicarse a la formación y al perfeccionamiento de tu vida?
Nadie es perfecto. Todos necesitamos mejorar y cambiar en algún sentido. Y quizas el defecto contra el cual debemos batallar más sea nuestro propio egoísmo. ¿No te parece?
¡Ese yo, que siempre nos traiciona, y nos vuelve unos pobres egocéntricos!
El joven egoísta vive vacío, resentido y solitario. No es feliz. Destila amargura y hostilidad. Siempre quiere ser el centro. Y como en la práctica no lo consigue, trata de imponerse de malas maneras; con lo cual arruina todavía más su personalidad.
¿Notas entonces cuán importante es a tu edad –y a cualquier otra edad– vencer ese vicio del corazón que se llama egoísmo?
En su lugar, nada mejor que cultivar la generosidad, la buena voluntad, el desprendimiento y el espíritu bondadoso. Estas son las cualidades que engrandecen y embellecen la vida del joven.
FORTALEZA EN LA DEBILIDAD
Hace años el Chase Manhattan Bank estaba por construir un gran rascacielos en la ciudad de Nueva York. Pero al hacer las excavaciones para los cimientos descubrieron que, a diferencia de¡ resto de la isla de Manhattan, donde el suelo es rocoso, en ese preciso lugar había solamente arena floja.
Era imposible, por lo tanto, levantar el edificio en ese terreno. Ante tal situación, los dirigentes del banco consultaron a diferentes expertos en construcciones, pero el problema parecía no tener solución. Por fin consultaron a ciertos especialistas en solidificación de suelos, quienes dieron con la técnica acertada.
Introdujeron tuberías en la arena y vertieron por ellas una solución de silicato de sodio y cloruro de calcio. De este modo, en pocos días la arena se solidificó, convirtiéndose en una base suficientemente dura. Como para permitir la construcción de un edificio de sesenta pisos.
¿No te sientes flojo y débil a menudo?
Tal vez con pocas fuerzas para luchar. Es entonces cuando la arena floja de tu alma puede dar lugar al milagro. Puedes acudir a Dios, quien te dará fortaleza para construir el edificio sólido de un buen carácter. Nadie mejor que El para ayudarte a cambiar o a mejorar tu mundo interior. Por eso San Pablo dice que Dios suple lo que nos falta (Filipenses 4:19).
E. G. de White dice: “Por la fe en Cristo se puede suplir toda deficiencia de carácter, purificar toda impureza, corregir toda falta, y desarrollar toda buena cualidad”
(La educación, pág. 251).
Tu vida de formación juvenil puede, entonces, mejorar cada día con la ayuda de lo Alto.
2. ¿SON ÉSTOS TUS PROBLEMAS?
En tu anhelo por desarrollar una personalidad equilibrada, quizá descubras que se interponen obstáculos en tu camino. Pueden ser tus propias limitaciones personales, las circunstancias que te rodean, o bien diversas tendencias que quieran llevarte en dirección equivocada. Muchos de los jóvenes oyentes de nuestros programas, y que incluso estudian este curso, nos hablan de esos “obstáculos” o “barreras” que les impiden ser felices y tener éxito en lo que hacen.
ANALIZATE
¿Hay en tu vida algunos de esos obstáculos? ¿Cuáles son? A continuación vamos a referirnos a algunos de ellos, que con suma frecuencia afectan a los muchachos y las chicas.
TIMIDEZ
Una chica de 19 años nos decía tiempo atrás lo siguiente: “No sé alternar con la gente. Me siento insegura. No sé de qué hablar con los extraños. ¿Cómo puedo vencer esta timidez que me hace desdichada?”
Y el caso de esta chica es el de muchos otros jóvenes. ¿Es la timidez un problema en tu vida? Si es así, sabrás cuánto te inhibe, te aísla y te hace sufrir. Te hace perder oportunidades y te priva de buenas amistades. Ahora bien, ¿cómo se puede vencer la timidez?
El primer paso hacia la victoria es reconocer que debe producirse un cambio. Aunque ése sea tu natural temperamento, puedes encauzarlo y mejorarlo. Anímate am conversar con conocidos y desconocidos. No importa que sufras. Persiste. Infórmate sobre las noticias del día y sobre cualquier otro tema. Así sabrás de qué conversar y te sentirás más seguro, o segura. No tengas temor de la gente. Todos somos igualmente humanos. “Esfuérzate y sé valiente” (Josué 1:6).
Además, recuerda pedir la ayuda de Dios. El te puede infundir valor y determinación para hacerte más comunicativo. Si aprendes a hablar con Él en oración, te será más fácil después hablar con la gente.
¡Haz la prueba!
SOLEDAD
¿No te invade a menudo un sentimiento de soledad?
Así le pasó a un viajero que, antes de que zarpara su barco del puerto, le pidió a un niño que le hiciera señales de despedida con su mano mientras el barco se alejaba del muelle. El hombre se sentía solo, aun en medio de toda la gente que lo rodeaba. Y en el viaje de la vida, ¡cuántos jóvenes se sienten como este hombre!
Como indeseada compañera, la soledad produce vacío interior, angustia y melancolía. Pero el joven solitario puede encontrar un camino para sentirse acompañado. Tendrá que abrirse a los demás y buscar su compañía. Deberá mostrarse cordial y amigable con quienes le rodean. Ha de llenar su tiempo libre con tareas variadas y provechosas: la lectura de un buen libro, el visitar a un amigo, el cuidar a un enfermo, etc.
Dijo Jesús: “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (S. Mateo 28:20, versión Dios habla hoy).
“Todos los días” significa siete días por semana, cada hora, cada instante, cuando estamos bien y cuando estamos mal. Jesús puede ser nuestro gran Amigo. El puede quitar la soledad de tu corazón. Sólo dile: “Quiero ser tu amigo, Señor. Dame el calor de tu amistad”. Y El te responderá con su compañía y su amor. ¡Vale la pena probarlo!
ABURRIMIENTO
El intendente de una ciudad hablaba con un grupo de jóvenes que habían realizado varios delitos menores. “¿Por qué lo han hecho?” les preguntó paternalmente. A lo que los muchachos respondieron: “Porque queríamos divertirnos. A veces estamos tan aburridos, que no sabemos qué hacer”.
¿Pasa algo parecido contigo? ¿Te aburres con frecuencia, por no saber cómo llenar tu tiempo? ¿No habrá algún trabajito que puedas hacer, alguna buena revista que puedas leer, alguna ayuda que puedas ofrecer, algún estudio que puedas realizar?
Aprende a combatir el aburrimiento, y tu vida tendrá mayor significado. Te sentirás más útil y serás más feliz. La juventud debería ser la etapa más agradable de la vida. Y ésta podrá ser tu experiencia si ocupas provechosamente las horas de cada día. San Pablo escribió:
“No descuides el don que hay en ti” (1 Timoteo 4:14).
Observa cuáles son tus talentos y tus dones. (Todos tenemos alguno.) Desarróllalos con dedicación y entusiasmo, y Dios te dará una vida plena de gozo.
Muy brevemente hemos comentado algunos de los problemas más comunes de la juventud: la timidez, la soledad y el aburrimiento. Por supuesto, existen muchos otros. Pero el espacio no nos da para más. Deseamos que estos pensamientos te hayan invitado a conocerte mejor y a encontrar el camino de tu superación personal.
3. ESTIMA PROPIA
Por considerarlo tan importante, le dedicamos una sección completa a este aspecto de tu vida. Ilustremos lo que queremos decir.
Cuenta una fábula que en la región antártica había un pequeño témpano de hielo descontento con su vida. Especialmente porque ciertas focas le habían hablado de las bellezas del norte, donde el mar resplandece bajo el sol. Pero un viejo témpano que lo oyó murmurar, le dijo: “Hijo, nuestro destino es permanecer aquí, y debemos estar contentos con este lugar”.
Sin embargo, el pequeño témpano cierto día se separó de sus compañeros y emprendió viaje hacia el norte. Al principio le fue muy bien. Pero una mañana el sol salió con todo su esplendor y su calor. La consecuencia fue fatal: el témpano fue derritiéndose poco a poco, hasta que desapareció por completo.
Muchos jóvenes –y también adultos– se parecen al témpano de la fábula. Están desconformes con lo que son y lo que tienen. Se lamentan porque no creen tener las ventajas y las virtudes de los demás. Y viven codiciando o envidiando los supuestos o reales méritos ajenos. Pero con semejante actitud mental no llegan a ninguna parte. Dejan de ser lo que son, y finalmente se pierden en el mar de la vida, como le pasó al témpano del cuento.
Por tu propia salud mental y tu felicidad, debes aceptarte así como eres: con el físico que tienes y con tus capacidades personales. Y sobre esa base ser tú mismo, tener estima de tu propia vida, y desarrollarte al máximo de tus posibilidades.
Estima propia no es amor propio, ni ninguna otra forma de egoísmo. Más bien, es respeto, aprecio y valoración hacia lo que somos como don de Dios. Y este sentimiento es fundamental para sentirnos bien con nosotros mismos y frente a los demás.
Por lo tanto, nunca tengas lástima o compasión de tu persona; no te desprecies ni en pensamiento ni en palabra; no des lugar al sentimiento de inferioridad. Dios te ama. Y con lo que eres y tienes, El desea prosperarte y hacerte feliz. Si tu origen es muy humilde, por ejemplo, piensa en la humildad del pesebre de Belén, de donde salió el Salvador del mundo.
¿Notas que siempre hay razón para cultivar el tonificante sentimiento de la estima propia? Y si alguna vez te sientes débil, o poca cosa, recuerda que Dios te tiene en alta estima. Por eso Jesús vino al mundo, para ser tu Redentor personal y el de cada persona en particular. (Romanos 5:5-8).
Tienes por delante un destino glorioso: la vida eterna (1 S. Juan 2:25).
¡Valora entonces tu vida, y úsala con inteligencia!
4. CÓMO GANAR AMIGOS
Este es otro tema que te interesa. No somos islas. Permanentemente estamos en contacto con unos y con otros. Y si deseamos convivir en paz con ellos, debemos mostrarnos amigables. Esto nos ayudará a gozar mucho más de la vida, y nos permitirá influir favorablemente sobre los demás.
En verdad, el aspecto social de tu vida determina buena parte de tu éxito juvenil. Si sabes llevarte bien con la gente, y si sabes ser un amigo confiable para los demás, siempre se te abrirán las puertas del progreso. Tu vida se enriquecerá en la compañía de buenos amigos. De cada uno de ellos podrás aprender algo positivo. Aumentará tu madurez emocional, y estarás mejor preparado para ayudar y comprender.
¿Cómo podrías hacerte de buenos amigos? Dice el rey Salomón: "El hombre que tiene [o quiere tener] amigos, ha de mostrarse amigo" (Proverbios 18:24). Sí, la actitud comunicativa es la clave para ganar amigos. Pero, además, deberías conservar un espíritu afectuoso, leal y sincero para retener las amistades. Y otro tanto deberías esperar de tus amigos, si no quieres que te usen o se aprovechen de tu bondad. Selecciona con prudencia tus amistades, y te librarás de muchos problemas.
Y hablando del tema, ¿tienes alguna amistad con Jesús? ¿Lo has hecho el mejor Amigo de tu vida? ¿Qué amigo más afectuoso, leal y sincero que El podrías encontrar en el mundo? El te comprende, te escucha con atención y te habla dulcemente al corazón. Es más, El desea tu amistad, y te ofrece la suya con el único interés de apoyarte y sostenerte.
El es bueno, sabio y poderoso. Y cuanto más amistad tienes con El, mejor amigo o amiga puedes llegar a ser de los demás. Con Cristo se sacia toda necesidad social y espiritual. El "es el todo, y en todos" (Colosenses 3:11).
HACIA LA VIDA
Dame, Señor, tu buen consejo, pleno de amor y de verdad. Inunda mi alma con tu lumbre, con tu calor y tu amistad. Quiero marchar hacia la vida junto contigo, mi Jesús. Quiero que enciendas tú mi vida, para que brille con tu luz.
La senda es áspera y difícil pero refulge con tu amor. Mi corazón canta de gozo, pues voy contigo mi Señor.
—Pablo C. Rodríguez
Nuestra amistad con El nos transforma, y nos vuelve aptos para hacernos de buenos amigos.
5. TODO TE SALDRÁ BIEN
Reconocemos que nuestro diálogo podría prolongarse provechosamente. Pero lo que hemos conversado alcanza para mostrarnos que en todo momento y lugar, cuando tenemos problemas chicos o grandes, Dios siempre tiene las mejores respuestas. Por lo tanto, frente a tus inquietudes juveniles, no necesitas permanecer con dudas o confusión en tu mente. Puedes avanzar con seguridad y tener éxito en lo que estés haciendo.
TODO TE SALDRÁ BIEN. . .
1) Si sabes vencer el egoísmo natural que llevamos dentro.
2) Si te esfuerzas por fortalecer los puntos débiles de tu personalidad.
3) Si detectas cuáles son tus problemas o barreras personales, y acudes a Dios para encontrar la solución adecuada.
4) Si tu estima propia te lleva a confiar en tus capacidades personales, y las desarrollas lo mejor que puedas.
5) Si sabes convivir con los demás, y sobre todo si cultivas la amistad con Jesús, ¡el Amigo fuerte y leal por excelencia!
Tu juventud es un "tiempo de respuestas". Es un tiempo de buscar y encontrar; de luchar y triunfar. Y todo es posible con la constante y poderosa ayuda de Dios. ¡Buenos deseos!
Si alguna vez te sientes débil, o poca cosa, recuerda que Dios te tiene en alta estima. Por eso Jesús vino al mundo, para ser tu Redentor personal. Tienes por delante un destino glorioso: la vida eterna. ¡Valora entonces tu vida, y úsala con inteligencia!
¡Porque es Tiempo de Respuestas!
Nuestro próximo capítulo se titula: "TIEMPO DE LIBERACION". Hablaremos de la libertad que hace felices a los jóvenes.
La voz.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muy Agradecido por tu Comentario.