lunes, 13 de junio de 2011

01. "Tiempo de Elegir" CURSO ¡TIEMPO JOVEN!



De Corazón a Corazón
“Una Ventana Abierta al Camino del Éxito Juvenil”
Tiempo Joven Lección 01/13

¡Bienvenido, bienvenida a nuestro curso TIEMPO JOVEN! Creíamos que estabas deseando tener un curso como éste. A lo menos, muchos jóvenes lo pidieron. Y lo hemos preparado con los mejores anhelos para tu vida. ¡Recibe nuestro afectuoso saludo! Entre nuestros oyentes y televidentes hay una gran proporción de jóvenes, que a lo largo de los años nos han expresado sus diversas inquietudes. Algunos están desorientados y confundidos.

Otros están detenidos, sin saber para dónde ir. Y también están aquellos que avanzan por la buena senda, con una meta clara por delante. Tienen hermosos sueños juveniles, pero se preguntan a sí mismos cómo podrían concretarlos. No importa cuál sea tu caso, queremos acompañarte y apoyarte, para que puedas disfrutar de una juventud radiante y exitosa. Este es el gran móvil que nos ha llevado a elaborar el presente curso.

El nuevo director de la cárcel acababa de dirigir la palabra a todos los reclusos. Y al final de su amistoso discurso, uno de los presos se le acercó y le dijo: –Yo soy Rodrigo Bermúdez. ¿Se acuerda de mí? Creo que fuimos compañeros de grado en la misma escuela.

– ¡Sí claro, me acuerdo! –repuso sorprendido el director–. ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué razón estás aquí? –Hurto y homicidio... Después que terminamos la escuela primaria me hice de malos amigos. Poco a poco me eché a perder. Por fin me entregué a la delincuencia, y aquí estoy. No supe elegir. Soy un fracaso...
Allí estaban los dos amigos. El director había sabido elegir. Era un hombre útil a la sociedad. En cambio, el preso se había dejado arrastrar por las malas influencias. Su incapacidad para elegir bien lo había llevado a la sombra de la prisión. ¡Qué final diferente el de esos dos excompañeritos de escuela! ¡La enorme importancia de saber elegir! Tú serás mañana lo que elijas hoy. Cada día que nos levantamos estamos eligiendo y decidiendo cómo nos va a ir, qué llegaremos a ser, y qué ideales alcanzaremos.

Por esta capacidad selectiva comienza todo en la vida: el estudio, el trabajo, la vocación, el amor, la convivencia, e incluso nuestro destino final. Mediante este curso deseamos ayudarte a elegir con inteligencia. Y si eliges bien, tendrás asegurado un futuro de dicha y prosperidad. Hoy, por lo tanto, es tu gran oportunidad. Y ahora sí pasemos a considerar el primero de los trece temas de nuestro curso: “Tiempo de Elegir

1. ADONDE QUIERES LLEGAR
Como chica y muchacho, a tu edad eres el capullo que se abre, el sembrado que promete, la esperanza de una mañana feliz. Por lo tanto, estás en la etapa preparatoria. Vas hacia el verano de la madurez, pero aún estás en la primavera de la juventud. Este es el tiempo para planear, para soñar, para plasmar la personalidad y para orientar la vida.

Nunca para ir a la deriva. ¿Has visto cómo los aviones, ni bien dejan el aeropuerto y ganan cierta altura ya ponen su proa hacia el lugar de destino? No pierden tiempo ni combustible dando vueltas sin sentido. Así procede el joven que desea triunfar en su vida: aprovecha bien sus energías; se fija metas y se esfuerza por alcanzarlas. Y así avanza hacia el éxito.

UNA TAREA PARA HOY
No importa qué edad tengas, hoy mismo puedes comenzar a definir tu futuro. El mundo necesita con urgencia jóvenes emprendedores, valientes e impulsados por un ideal noble; jóvenes que aborrezcan lo malo, y sepan hacer lo bueno. Que sepan amar y servir. Que no se detengan ante el primer obstáculo que encuentren en el camino. ¡Tú puedes responder a esta necesidad!

Analiza tus propias capacidades. Descubre tus talentos, tus inclinaciones naturales. Y entonces procura abrazar un ideal según esas condiciones de tu vida. No p i e n s e s que e s demasiado temprano, ni demasiado tarde. ¡Hazlo hoy mismo! Si te equivocas, podrás corregirte. Pero esto es siempre mejor que no tener ideal alguno. Tu juventud es valiosa, y Dios quiere que la aproveches bien. Dice San Pablo: “Ninguno tenga en poco [ni siquiera tú mismo] tu juventud” (1 Timoteo 4:12).

Deberías recordar que Dios quiere guiarte y ayudarte. Por eso es tan bueno pedir la dirección divina, tanto para elegir la vocación de tu vida como para perseverar en ella.


2. PERSEVERANCIA
Una vez que conoces tus propias aptitudes personales y que eliges qué quieres ser en la vida, el siguiente paso es ser constante hasta alcanzar la meta. Nunca deberías detenerte ni permanecer caído.

Recordemos el ejemplo de perseverancia que nos dejó Abrahán Lincoln. En 1832 perdió su trabajo; ese mismo año fue derrotado para la legislatura del Estado de Illinois; en 1833 fracasó en los negocios; en 1834 fue electo para la legislatura del estado; en 1835 murió su novia; en 1836 tuvo una crisis nerviosa; en 1838 fue derrotado por la presidencia de la legislatura de Illinois; en 1843, derrotado en su candidatura para el Congreso; en 1848 perdió la reelección; en 1854, derrotado en su candidatura para vice presidente; en 1858, nuevamente derrotado para el Senado; en 1860, elegido presidente de su país.

¿No te parece admirable esta constancia de Abrahán Lincoln quien, después de tantas derrotas, finalmente llegó a ser el gran presidente de su país? Si quieres triunfar en tu juventud, recuerda ser perseverante: en tus estudios, en tus trabajos, en tus buenas amistades, en el aprovechamiento de tus oportunidades.

¡La Perseverancia es una Condición para Triunfar!

Es verdad, podrás encontrar dificultades en tu camino. Por momentos podrás caer en el desaliento. Quizá te sentirás fracasado. Pero ésa será la hora de levantarse y seguir adelante sin desmayar. El rey Salomón declara que una persona puede caer “siete veces”, pero que otras tantas puede levantarse (Proverbios 24:16).

Y esto es cierto si se depende de Dios y se pide su fuerza y su sabiduría. Pero “perseverancia” no significa obstinación. Obstinado es el muchacho o la chica que ha elegido mal, pero que por amor propio o terquedad no quiere cambiar ni corregir su rumbo. En cambio, el joven perseverante admite sus posibles errores y se corrige sobre la marcha. Pero no por eso pierde de vista su blanco o su anhelo de llegar a la meta.

Y cristianamente hablando, ¿qué es llegar a la meta? Quizá sea esto:
1) Alcanzar una capacitación para servir;
2) Desarrollar una personalidad simétrica y un carácter noble;
3) Honrar a Dios y ocuparse en acciones constructivas;
4) Disfrutar de fe y alegría, y saber compartirlas con los demás.

3. OTROS FACTORES DE ÉXITO

EXCELENCIA
Busca siempre hacer lo mejor de tu parte, no importa qué trabajo o qué estudio estés realizando. No te conformes con la mediocridad. De seres mediocres ya está lleno el mundo. Bien decía Salomón: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas” (Eclesiastés 9:10).

Es decir, con la mayor dedicación y la mejor calidad posible. Pero aunque seas sanamente ambicioso, no vivas por eso comparándote con los demás, ni compitiendo egoístamente con tus compañeros. Esto te amargará, o podría llenarte de orgullo. Más bien, sé tú mismo, o tú misma. Y con tus condiciones personales, haz lo mejor que puedas y disfrutarás con lo que hagas.

ESFUERZO
Esto quiere decir tenacidad, responsabilidad y transpiración. Se afirma con razón que el éxito es el resultado de un diez por ciento de inspiración y un ¡noventa por ciento de transpiración!

El gran violinista Sarasate cierta vez fue llamado “genio” por un conocido comentarista. Y en lugar de sentirse halagado, Sarasate dijo: “Durante 37 años he ensayado 14 horas diarias, y ¡ahora me llaman genio!” El esfuerzo tesonero sigue siendo la clave del éxito. La sola inteligencia, o incluso la buena suerte, sin espíritu esforzado, no va demasiado lejos. ¿Lo recordarás cada día cuando te cueste levantarte por la mañana, o cuando te sientas desganado? No esquives el esfuerzo, ni tampoco lo reemplaces por el “acomodo”.

Este camino fácil, de buscar la “palanca” para conseguir ventajas y favores, se llama facilismo pero no verdadero éxito.

OPTIMISMO
El joven que desea abrirse paso con éxito debe ser optimista. Tendrá su mente abierta a las mejores ideas; preguntara, aprenderá. Antes de decir: Yo no puedo hacer esto”, probará, e insistirá hasta conseguir por lo menos algo Mientras el pesimista es derrotista, el optimista es positivo y ve lo bueno de la vida.

Un viejo guerrero que había perdido una de sus piernas en el frente de batalla, decía: “Por la forma como la gente ve mi desgracia, puedo saber quién es pesimista y quién optimista. Los pesimistas, que son nueve de cada diez, me expresan su pesar por haber perdido la pierna. Sólo uno en diez es optimista, y me dice: ‘Menos mal que pudiste salvar la otra pierna’”.

¿Cómo eres tú cuando te toca hacer frente a una tarea difícil? ¿Tienes fe de que saldrás adelante?

INTEGRIDAD
Esta palabra es muy abarcante. Incluye honradez, honestidad, veracidad, rectitud, lealtad, decencia. El que miente lleva a un mentiroso adentro. El que roba lleva a un ladrón dentro de sí. Y lo mismo podría decirse del hipócrita, del corrupto y del engañador en cualquiera de sus modalidades. ¿Quién podría llegar a la cumbre con semejante peso de maldad? ¿Te acuerdas de aquel jovencito que devolvió una valija cargada de dinero? No, ¡no fue un tonto! Además de haber sido felicitado por su buena acción, vivió el resto de su vida con la conciencia tranquila. Pero lo que es más, el dueño de aquella fortuna, en agradecimiento al honrado muchacho, le pagó todos sus estudios hasta el fin de su carrera universitaria. Siempre vive mejor y va más lejos el joven o la muchacha que practica la integridad. ¿Lo sabías?

La escalera del éxito no se puede ascender con las manos en el bolsillo. Está mitad alcanzada, si tenemos el hábito de trabajar o estudiar con entusiasmo, El éxito no depende tanto de trabajar o estudiar hasta altas horas de la noche, como de estar despierto durante el día. El éxito no se alcanza haciendo sólo las cosas que nos gustan, sino gustando las cosas que debemos hacer.


4. TU VOCACIÓN
La lección de la carrera o de la profesión de la vida exige que te hagas estas preguntas:
¿Tengo yo condiciones para esa ocupación, o para ese estudio? ¿Me permitirá mi salud atender todas las exigencias de ese trabajo? ¿Podré mantenerme moralmente recto con tal profesión? ¿Qué me propongo lograr en la vida: prestigio y dinero, o una capacitación para servir a mis semejantes?

Si te contestas sinceramente estas preguntas, ya tendrás una base orientadora para saber elegir. Además, un test vocacional, un diálogo con tus padres, un consejo de tus maestros, una conversación franca con quienes ya ejercen el oficio o la profesión de tu preferencia, podrían ayudarte grandemente a elegir tu vocación sin mayores riesgos.

Dice el profeta Jeremías:
“El hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (Jeremías 10:23).
Esto significa que aun buscando todo el asesoramiento técnico y humano, podrías equivocarte. En cambió, nuestro Creador, que nos conoce a la perfección, El sí podría guiarte y orientarte hacia la correcta dirección. Simplemente pidiendo su ayuda, El podría perfeccionar tu capacidad para elegir con acierto.

Así lo reconoció el salmista bíblico cuando escribió: Porque tú, oh Señor, oh Eterno, eres mi esperanza, mi confianza desde mi juventud. (Salmos 71:5).

Una buena elección en la carrera de la vida te hará feliz.


Dijo Carlos de Pravia:
“Un arquitecto joven hizo un palacio; pero lo hizo sin cimientos y se vino abajo ... Si no es bueno el comienzo, el final lo será aún menos”. ¡Qué gran verdad!

¿Qué cimientos estás colocando hoy en la base de tu vida? Sólo con firmeza interior podrás colocar el fundamento que sustente el buen edificio de tu juventud.

5. TODO TE SALDRÁ BIEN
En 1924 Jorge L. Mallory y sus compañeros trataron de escalar el Monte Everest. Después de sortear problemas casi indescriptibles, llegaron a un campamento base, a una altura de 8.000 metros. Desde allí dos de ellos salieron para escalar la cumbre, pero su heroico esfuerzo fracasó. Hoy Mallory y su compañero yacen sepultados bajo las nieves eternas de ese pico de los Himalayas.

El resto del grupo regresó a Londres. Días más tarde uno de ellos dirigía la palabra a un gran auditorio. Y frente a una pantalla donde proyectaba una gran fotografía del Everest, luego de describir la tragedia de la expedición, el hombre le habló de esta manera a la montaña: “Everest, tratamos de conquistarte una vez, y nos venciste. Lo intentamos por segunda vez, y nuevamente nos derrotaste. Pero, Everest, quiero que sepas que te vamos a vencer, porque tú no puedes crecer, pero nosotros sí”.

La vida es como una montaña por la cual hay que ascender, a veces trabajosamente. Pero allá arriba hay lugar para todos. Nunca pienses que el éxito es privilegio de unos pocos. Tú puedes crecer cada día y vencer los obstáculos. El divino Jefe de la expedición te ayudará a cristalizar tus sueños.

TODO TE SALDRÁ BIEN...
1) Si eliges bien tu ideal.
2) Si estás dispuesto a luchar y perseverar.
3) Si te tomas de la mano de Dios, para no resbalar.

PARA RECORDAR
El éxito no consiste en no fracasar nunca, sino en no desanimarse y comenzar de nuevo con más entendimiento. Sobre la puerta del éxito hay un cartel que dice: ¡EMPUJE!

Tu vida joven, igual que este curso, es como una “VENTANA ABIERTA” a todo lo bueno y constructivo. Anhelamos que al finalizar este estudio, puedas decir de él y de tu vida bien vivida:
Bendita ventana que me regalas el sol radiante de la alegría, el variado horizonte de renovados desafíos y el vasto cielo de un futuro venturoso.
 ¡Porque es “Es tiempo de Elegir”!


Nuestro siguiente tema se titula “TIEMPO DE GOZAR”, un modo de descubrir la verdadera alegría de la juventud.

La voz.org

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