4. Influencia Abarcante del Hogar
El hogar cristiano es una lección objetiva.-
La misión del hogar se extiende más allá del círculo de sus miembros. El hogar cristiano ha de ser una lección objetiva, que ponga de relieve la excelencia de los verdaderos principios de la vida. Semejante ejemplo será una fuerza para el bien en el mundo... Al salir de semejante hogar paterno los jóvenes enseñarán las lecciones que en él hayan aprendido. De este modo penetrarán en otros hogares principios más nobles de vida, y una influencia regeneradora obrará en la sociedad.*
El hogar cuyos miembros son cristianos corteses ejerce una influencia abarcante en favor del bien. Otras familias notarán los resultados alcanzados por un hogar tal, seguirán el ejemplo que les da, y a su vez protegerán de las influencias satánicas su propio hogar. Los ángeles de Dios visitarán a menudo el hogar regido por la voluntad de Dios. Bajo el poder de la gracia divina, ese hogar llega a ser un lugar de refrigerio para los peregrinos agobiados. Mediante un cuidado vigilante, se evita el engreimiento, se contraen hábitos correctos y se reconocen atentamente los derechos ajenos. La fe que obra por el amor y purifica el alma empuña el timón y preside sobre toda la familia. Bajo la influencia santificada de un hogar tal, se reconoce y acata más ampliamente el principio de la fraternidad trazado en la Palabra de Dios.*
Influencia de una familia bien ordenada.-
No es cosa de 26 poca monta que una familia se destaque como representantes de Jesús, que guardan la ley de Dios en una comunidad incrédula. Se requiere de nosotros que seamos epístolas vivas, conocidas y leídas por todos. Esta posición entraña temibles responsabilidades.*
Una familia bien ordenada y disciplinada influye más en favor del cristianismo que todos los sermones que se puedan predicar. Una familia tal prueba que los padres han sabido seguir las instrucciones de Dios y que los hijos le servirán en la iglesia. La influencia de ellos aumenta; porque a medida que dan a otros, reciben para seguir dando. El padre y la madre hallan en sus hijos auxiliadores que comunican a otros la instrucción recibida en el hogar. El vecindario en el cual viven recibe ayuda, porque se enriquece para esta vida y para la eternidad. Toda la familia se dedica a servir al Maestro; y por su ejemplo piadoso otros son inducidos a ser fieles a Dios al tratar con su grey, su hermosa grey.*
La mayor evidencia del poder del cristianismo que se pueda presentar al mundo es una familia bien ordenada y disciplinada. Esta recomendará la verdad como ninguna otra, cosa puede hacerlo, porque es un testimonio viviente del poder práctico que ejerce el cristianismo sobre el corazón.*
La mejor prueba del cristianismo en un hogar es la clase de carácter engendrada por su influencia. Las acciones hablan en voz mucho más alta que la profesión de piedad más positiva.*
Nuestra tarea en este mundo ... es ver qué virtudes podemos enseñar a nuestros hijos y nuestras familias a poseer, para que ejerzan influencia sobre otras familias y así podamos ser una potencia educadora aunque nunca subamos al estrado. Una familia bien ordenada y disciplinada es a los ojos de Dios más preciosa que el oro, aun más que el oro refinado de Ofir.*
Tenemos posibilidades admirables.-
El tiempo de que disponemos es corto. Sólo una vez podemos pasar por este mundo; 27 saquemos, pues, al hacerlo, el mejor provecho de nuestra vida. La tarea a la cual se nos llama no requiere riquezas, posición social ni gran capacidad. Lo que sí requiere es un espíritu bondadoso y abnegado y firmeza de propósito. Una luz, por pequeña que sea, si arde siempre, puede servir para encender otras muchas. Nuestra esfera de influencia, nuestras capacidades, oportunidades y adquisiciones podrán parecer limitadas; y sin embargo tenemos posibilidades maravillosas si aprovechamos fielmente las oportunidades que nos brindan nuestros hogares. Si tan sólo queremos abrir nuestros corazones y nuestras casas a los divinos principios de la vida, llegaremos a ser canales por los que fluyan corrientes de fuerza vivificante. De nuestros hogares saldrán ríos de sanidad, que llevaran vida, belleza y feracidad donde hoy por hoy todo es aridez y desolación.*
Los padres temerosos de Dios difundirán desde el círculo de su propio hogar una influencia que obrará en otros hogares como levadura escondida en tres medidas de harina.*
La obra hecha fielmente en el hogar educa a otros para que hagan la misma clase de obra. El espíritu de fidelidad a Dios es como levadura y, cuando se manifieste en la iglesia, tendrá efecto sobre otros y por doquiera servirá de recomendación para el cristianismo. La obra de los que son de todo corazón soldados de Cristo es tan abarcante como la eternidad. ¿Por qué será, por lo tanto, que se nota tanta falta de espíritu misionero en nuestras iglesias? Se debe a que se descuida la piedad en el hogar.*
Influencia de una familia bien gobernada.-
La influencia de una familia mal gobernada se difunde, y es desastrosa para toda la sociedad. Se acumula en una ola de maldad que afecta a las familias, las comunidades y los gobiernos.*
A cualquiera de nosotros le es imposible vivir de manera que no ejerza influencia en el mundo. Ningún miembro de la familia puede encerrarse en sí mismo, donde otros miembros 28 de la familia no sientan su influencia y espíritu. La misma expresión de su semblante ejerce una influencia para bien o para mal. Su espíritu, sus palabras, sus acciones y su actitud hacia los demás son evidentes. Si vive en el egoísmo, rodea su alma con una atmósfera maléfica, mientras que si está henchido del amor de Cristo, manifestará cortesía, bondad, tierna consideración por los sentimientos ajenos y por sus actos de amor comunicará a quienes le traten una emoción feliz de ternura y agradecimiento. Será evidente que vive para Jesús y aprende diariamente lecciones a sus pies al recibir su luz y su paz. Podrá decir al Señor: "Tu mansedumbre me ha engrandecido."* 29
5. Un Testimonio Cristiano Poderoso
Los mejores misioneros provienen de hogares cristianos.-
La mejor preparación para trabajar lejos, los misioneros del Maestro la reciben en la familia cristiana donde se teme y se ama a Dios, donde se le adora y la fidelidad ha llegado a ser una segunda naturaleza, donde no se permite desatender desordenadamente a los deberes domésticos, donde la serena comunión con Dios se considera esencial para el fiel cumplimiento de los deberes diarios.*
Los deberes domésticos deben cumplirse sabiendo que si se ejecutan con el debido espíritu comunican una experiencia que nos habilitará para trabajar por Cristo de la manera más permanente y cabal. ¡Cuánto no podría lograr en los ramos de la obra misionera un cristiano vivo, al desempeñar fielmente los deberes diarios, al alzar su cruz y al no descuidar deber alguno, por mucho que desagrade a sus sentimientos naturales!*
Nuestra obra por Cristo debe comenzar con la familia, en el hogar.... No hay campo misionero más importante que este.....
Muchos han descuidado vergonzosamente el campo del hogar, y es tiempo de que se presenten recursos y remedios divinos para corregir este mal.*
El deber más sublime que incumbe a las jóvenes es el que han de cumplir en sus propios hogares, al beneficiar a 30 sus padres, hermanos y hermanas con afecto y verdadero interés. Allí es donde se puede manifestar abnegación y olvido propio, al cuidar a los demás y actuar en su favor. Nunca degradará este trabajo a una mujer. Es el cargo más sagrado y elevado que ella puede ocupar. ¡Qué influencia puede ejercer sobre sus hermanos! Si ella vive correctamente, puede determinar cuál será el carácter de sus hermanos.*
Los que han recibido a Cristo deben revelar en el hogar lo que la gracia ha hecho en su favor. "A todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su nombre." Compenetra al verdadero creyente en Cristo una autoridad consciente que hace sentir su influencia en toda la familia. Resulta favorable para la perfección del carácter de todos sus miembros.*
Un argumento irrebatible.-
Un hogar piadoso bien dirigido constituye un argumento poderoso en favor de la religión cristiana, un argumento que el incrédulo no puede negar. Todos pueden ver que una influencia obra en la familia y afecta a los hijos, y que el Dios de Abrahán está con ellos. Si los hogares de los profesos cristianos tuviesen el debido molde religioso, ejercerían una gran influencia en favor del bien. Serían, ciertamente, "la luz del mundo." *
Los niños harán conocer los principios bíblicos.-
Los niños que hayan sido educados debidamente, que se deleiten en ser útiles, en ayudar a sus padres, comunicarán a cuantos los traten un conocimiento de ideas correctas y de los principios bíblicos.*
Cuando nuestras propias casas sean lo que deben ser, no dejaremos que nuestros hijos crezcan en la ociosidad y la indiferencia con respecto a lo que Dios les pide que hagan en favor de los necesitados que los rodean. Como herencia del Señor, estarán calificados para emprender la obra donde están. De tales hogares resplandecerá una luz que se revelará en favor de los ignorantes, conduciéndolos a la fuente de todo 31 conocimiento. Ejercerán una poderosa influencia por Dios y su verdad. Ciertos padres, a quienes no se los puede alcanzar de otra manera, con frecuencia son alcanzados por sus hijos.*
Una luz para los vecinos.-
Necesitamos más padres y cristianos radiantes. Nos encerramos demasiado en nosotros mismos. Con demasiada frecuencia privamos de alguna palabra de bondad y de aliento, o de alguna sonrisa alegre, a nuestros hijos o a los oprimidos y desalentados.
Padres, sobre vosotros recae la responsabilidad de llevar y comunicar luz. Brillad como luces en el hogar e iluminad la senda que vuestros hijos deben recorrer. Mientras lo hagáis, vuestra luz resplandecerá para los extraños.*
De todo hogar cristiano debería irradiar una santa luz. El amor debe expresarse en hechos. Debe manifestarse en todas las relaciones del hogar y revelarse en una amabilidad atenta, en una suave y desinteresada cortesía. Hay hogares donde se pone en práctica este principio, hogares donde se adora a Dios, y donde reina el amor verdadero. De estos hogares, de mañana y de noche, la oración asciende hacia Dios como un dulce incienso, y las misericordias y las bendiciones de Dios descienden sobre los suplicantes como el rocío de la mañana.*
Resultados de la unión familiar.-
La primera obra de los cristianos consiste en estar unidos en la familia. Luego la obra debe extenderse hasta sus vecinos cercanos y lejanos. Los que hayan recibido la luz deben dejarla brillar en claros rayos. Sus palabras, fragantes con el amor de Cristo, han de ser sabor de vida para vida.*
Cuánto más estrechamente estén unidos los miembros de una familia en lo que tienen que hacer en el hogar, tanto más elevadora y servicial será la influencia que ejerzan fuera del hogar el padre, la madre, los hijos y las hijas.*
La bondad es más necesaria que un gran intelecto.-
La 32 felicidad de las familias y las iglesias depende de las influencias ejercidas por el hogar. Del debido desempeño de los deberes en esta vida dependen intereses eternos. Lo que el mundo necesita no es tanto grandes intelectos como hombres buenos que sean una bendición en sus hogares.*
Evítense los errores que puedan cerrar las puertas.-
Cuando la religión se manifieste en el hogar, su influencia se hará sentir en la iglesia y el vecindario. Pero algunos de los que profesan ser cristianos hablan con sus vecinos de las dificultades que tienen en su hogar. Relatan sus agravios de manera tal que despiertan simpatía hacia sí; pero es un grave error confiar nuestras dificultades a oídos ajenos, especialmente cuando nuestros agravios son inventados y existen por causa de nuestra vida irreligiosa y carácter defectuosos. Los que salen a exponer sus agravios particulares a otros obrarían mejor si quedasen en casa para orar, entregar su perversa voluntad a Dios, caer sobre la Roca y ser quebrantados y morir al yo a fin de que Jesús pudiese hacer de ellos vasos que le honren.*
Una falta de cortesía, un momento de petulancia, una sola palabra dura, irreflexiva, manchará su reputación y puede impedirle el acceso a los corazones de tal manera que ya no pueda llegar hasta ellos.*
El cristianismo del hogar resplandece.-
El esfuerzo para hacer del hogar lo que debe ser: un símbolo del hogar celestial, nos prepara para obrar en una esfera más amplia. La educación obtenida al manifestar tierna consideración unos hacia otros nos permite saber cómo tener acceso a los corazones necesitados de que se les enseñen los principios de la religión verdadera. La iglesia necesita toda la fuerza espiritual que pueda obtener, para que todos, y especialmente los miembros más jóvenes de la familia del Señor, sean guardados con todo esmero. La verdad vivida en el hogar se hace sentir en una obra hecha desinteresadamente fuera de él. El que vive el 33 cristianismo en el hogar será en cualquier parte una luz resplandeciente.*34
(El Hogar Cristiano de E. G. de White
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